Después de tanto tiempo,
vuelvo a escribir,
mientras escucho esta canción:
Avril Lavigne – Nobody’s home
Hoy estoy más tranquila.
Está próxima la tormenta.
Ya no hay escapatoria.
Probablemente provoque muchos daños.
Ahora no voy a fustigarme por ser mala meteoróloga.
Detrás siempre está la buena voluntad,
aunque, está claro que, no el acierto ¡!!
Como siempre, mi Yoda casero sale a mi encuentro para
proporcionarme palabras reconfortantes.
En esta ocasión atribuidas a Mahatma Gandhi:
“No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.
No revuelvas una herida que está cicatrizada.
No rememores dolor y sufrimiento antiguos.
¡Lo que pasó, pasó!”
“De ahora en adelante procura construir una vida nueva,
Dirigida hacia lo alto y camina hacia adelante,
Sin mirar hacia atrás.
Haz como el sol que nace cada día,
Sin acordarse de la noche que pasó.
Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.”
“Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal,
Pero, sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.”
Ni qué decir tiene que, la paciencia no es una de mis mejores virtudes.
Aunque, pensándolo bien,
no tengo demasiadas así que, una más o menos…qué importa.
La tormenta se acerca.
El choque eléctrico se huele.
La quietud de la naturaleza la anuncia.
El silencio del planeta la delata.
Dañina a la vez que liberadora.
Veremos qué se lleva por delante.
Yo de momento, ato la caseta del gato al árbol y
escondo a Espinete debajo del fregadero.
Lo peor…la tensa espera.
De momento ya es suficiente,
Bienvenid@s a mi mundo. Kariontidas Samoronthe.
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