martes, 4 de marzo de 2014

¿ Y a tí qué ?

04/03/2014

Decidido. Tengo que cambiar de horario.

No es nada nuevo que tengo problemas "sociales".
Básicamente, yo, voy al gimnasio a,
hacer ejercicio !!!!!!
Vaya chorrada, diréis, pues claro.

Yo me meto en lo mío, me pongo mi música y
cuando ya me he hartado, me voy. No hay más.

Pues no, no, no,
hay gente que va a "compartir sus conocimientos " con el prójimo.
Son como "Hermanitos de la Caridad", pero en clave gimnástica,
que necesitan redimir tu alma, corregir tus errores y liberarte de tus pecados.

¿ Y por qué será que todos los que hay a 1 km a la redonda,
tienen que acercarse a mí para darme la chapa ?

Pero, ¿ Qué les he hecho yo ?
Pobre cucaracha sudorosa, con cara de muy malas pulgas.
Voy a sacarla de su caparazón. Voy a salvarla.
Debe ser eso.

Últimamente habían respetado el territorio comanche,
cada uno en su bicicleta y Dios en la de todos. Perfecto.

La cosa empezó a torcerse cuando, por arte de magia,
apareció un antiguo conocido del colegio ( horror !!!! )
que yo, como buena asqueada del pasado, fingí no reconocer.
Ohhhhhhhhhhhh. Mala pécora.

Pues, mira por dónde que cada vez coincidimos más, y más...
Por qué será que no había ido nunca y ahora parece que
no tiene otro sitio a donde ir.

Si, sí , podéis tildarme de creída. Es posible que sea pura coincidencia,
pero.... quéeeeeee casualidad !!!!!!!!

No es nada fácil hacerme la despistada todos los puñeteros días,
por supuesto, sabiendo él perfectamente que le conozco.

Bueno, pues hoy, dicho sea de paso, también ha aparecido.
La tarde se iba poniendo calentita.
Yo no tenía el día para muchas flautas.
Tengo molestias en una rodilla y,
sólo el hecho de pensar que tendré que parar una temporada
me provoca nauseas.

Pues, como decía, estando yo en mi lucha particular por
no arrancar un sillín y pegarle un mordisco,
aparece mi nuevo ángel de la guarda.

Es obvio que tengo cara de inútil total.

Se presenta frente a mi bicicleta un abuelete sudoroso
( bien por él, pues debe ser el único que suda
en este maldito antro aparte de mí )
y me dice :
"Te iba a reñir. Creía que estabas en mi bicicleta.
Me gusta esa, la del fondo. Costumbres que toma cada uno"

Bien, bien, comentario inocente. Te saludo. Soy amable
y te respondo correctamente que yo también estoy acostumbrada
a la mía. Se acabó. Punto pelota.

Pues no, hay que probar fortuna.
Y fué a tocar la flauta que no debía:
" Tienes el sillín demasiado bajo "

Ahhh, vale, gracias. Punto pelota.

Pues no,
ahora que no te das cuenta, porque has levantado el culo,
voy a aprovechar para subirte el sillín hasta que no puedas sentarte.
Ni corto ni perezoso, me sube el sillín y se sienta en su bicicleta.

No he querido entrar al trapo. Vale, me quedaré de pie
lo que me queda de entrenamiento.
Le he dado las gracias y no me he quitado los cascos.
Vamos a ver si agarra la indirecta.
Por supuesto, he tenido que sentarme un momento,
momento que ha esperado ávido para darme la brasa otra vez.
Yo como si nada.

Harta ya de los "puntos pelota" en falso y de las
muchas ganas del mozo para entablar conversación,
me he bajado de la bici para largarme a otro aparato de tortura
menos peligroso.
¿ Qué tal ? ¿ Mejor con el sillín más alto ?

En ese momento se me han pasado tantas cosas por la cabeza
que me habrían echado de allá si las hubiera dicho todas, pero,
nuevamente, he vuelto a rascar en mi agotada paciencia y,
he dicho : No, pero gracias.

¿ No, pero gracias ?
¿ Y qué quiere que le diga ?

Para terminar, ha utilizado la mejor artillería que podía utilizar :

" En la forma en que tú practicas trabajas demasiado los muslos
y eso no te conviene. Hazme caso"

¿ Que te haga qué ?

Sin mi permiso, me subes tanto el sillín que tengo que apuntar
con el culo al cielo,
y además me dices que tengo tal tamaño de muslacos que
sería mejor no desarrollarlos ?

¿ Y si yo le meto un palo por...?
Perdón, me he pasado.

Y otra vez he vuelto a tragarme la lengua y a decirle simplemente:
"Lo aplicaré la próxima vez, gracias. Y me he largado de allí
cagando leches". Eso sí, con un cabreo de mil pares.

Para mi gran sorpresa, el vejete se ha bajado después de mí,
y, tras acosar a otro muchacho indefenso en su ademán de
subirse a una bici, finalmente se ha marchado.

En serio, debo tener cara de auténtica inútil.
Para colmo, el otro vejete que amenaza con entablar conversación
andaba por ahí y....conoce al ángel del infierno !!!!!
Ambos se han marchado en buena compaña.
Espero que la bofetada virtual que le he asestado al rey del mambo
haya servido de algo.

Está claro que, hoy no era la tarde adecuada para estar
en ese momento y en ese lugar.
Entre los fantasmas del pasado y los vejestorios tocapelotas,
me han dado la tarde.

Espero y deseo que haya sido un suceso aislado,
porque, como toda la residencia de ancianos esté
dispuesta a darme lecciones de bici, kapoeira y taewondo,
van a volar pesas y rodar cabezas.

Lo que no sabéis es que, ya llevo un tiempo huyendo de la hora nocturna,
pues hay otro par de moscardones pesaítos.
Pero, de estos os hablo otro día.

No sé lo que voy a hacer.
Entre el dolor de la rodilla y que no hay otro gimnasio a donde ir...
he venido del gimnasio como si no hubiera ido,
cargada de tanta energía que podría encender las luces de la Torre Eiffel
durante un mes.

En fin, pensemos positivamente por un instante
( que pá más instantes no me dá )
Habrá sido un hecho aislado.

Voy a hacer un llamamiento de urgencia :
Vejetes, chulos, guaperas, despistaos, sobraos y
demás criaturas de este infierno de gimnasio....
meteos en vuestros asuntos y dejadme en paz, leche !!!!!!

He dicho.

Kariontidas Samoronthe.

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