Pausa

30/ 11 / 2014

Se acaba el mes.
Se acaba el año.
En el piso de abajo vuelve a haber una movida de espanto.

Me miro, no sé qué veo.
Estoy tranquila.
Temo estar perdiendo el tiempo,
desaprovechando oportunidades.
El tiempo pasa y no hay grandes cambios.

Ya le he felicitado en su cumple por mail.
Me ha contestado.
Parece feliz. Su vida tampoco cambia demasiado,
pero, es que no era tan desastrosa como la mía.

El tiempo pasa y,
 sí ,
 me asusta no llegar a ningún sitio.

Me da por reflexionar y, entonces,
me da por pensar y, entonces,
me da por escribir y, entonces,
mejor haberme pillado los dedos con la tapa del water.

Algunos creen que el destino está escrito y que,
hagas lo que hagas vendrá lo que tenga que venir.
Otros piensan que tu propicias tu futuro,
que con tus decisiones vas moldeando lo que llegará.

Yo creo en Espinete y la cerdita Peggy.

Solo sé que estoy sola, que estoy bien,
pero no sé si las cosas que estoy dejando pasar
deben pasar o tenía que haberlas atado con lazo a mis caderas.

El tiempo apremia pero,
sinceramente,
para tener que vivir el resto de tu vida con
las movidas de los de abajo,
matrimonio, niño y niña,
casi que adopto un cubo de basura,
que seguro es más silencioso y traga con todo.

Probablemente algún día tendré que reconocer que,
mi vida nunca será un cuento de hadas,
que mi vida será lo que es,
por siempre jamás.

Po bueno, qué le vamos a hacer.
Hay quien está peor.
No me quejo pero, por favor,
no me hagáis recordar a cada instante
que mi vida está siendo un auténtico fracaso.
Eso duele.

Kariontidas Samoronthe