En algún momento tenía que pasar.
Siempre escojo cuidadosamente las horas de compra.
Puñeta !!!!
Hoy se han complicado las cosas y he tenido que ir más tarde.
O eso o dejaba que las telarañas colonizaran mi frigo.
Allí me he marchado,
sin pensar en las consecuencias.
Repuñeta !!!!
Y allí estaba ella.
Haciendo la compra.
Preciosa. Alta, muy alta.. Muy sport, de revista.
Guapa, muy guapa.
Empujando del carro...con marido y dos hijos.
Un marido alto, muy alto y, bien plantado.
Y un par de hijos, petardos, muy petardos,
pero también muy altos.
La perfección existe!!!!!!
He sorteado hábilmente la situación para no cruzarme con ellos.
Son años de experiencia.
La perfecta en cuestión era una chica que
estuvo en mi instituto y con la que, hace tres años
coincidí en unas horrendas clases de step de mi pueblo,
clases en las que, dicho sea de paso, no entendían mi filosofía del deporte:
"Pasártelo bomba hasta sacar los higadillos por la boca"
Está claro que, en un pueblo tan exquisito y refinado,
andar de cabra loca de step en step no está bien visto.
Pues ahí estaba , junto a la fruta,
para que yo pudiera ver bien y sin duda todo lo que ha logrado.
Belleza, familia (niños petardos, muy petardos, pero altos), trabajo, estabilidad...
Esto último lo añado yo, pues no lo sé,
pero ya que voy a hundirme, voy a hacerlo del todo.
Nunca nos quedemos a medias.
Por eso escojo bien las horas de visita al super,
para no tener que revivir cada vez que veo a un conocido
el malestar ocasionado por pensar y ver que,
ellos son algo y,
yo no soy ná.
El mejor remedio para olvidar el encuentro diabólico...
no tengo ni idea.
Yo de momento y por si sirve de algo,
tiro de la cadena.
Kariontidas Samoronthe
No hay comentarios:
Publicar un comentario