Recordando

18/11/2012                                                                

Ayer por la noche fui a cuidar a mi sobrina,

mientras volvían sus padres del trabajo.

Eran las diez de la noche, la niña en la cama,

la luz azulona del compact disc,

y la lluvia fuera.

Por primera vez en mucho tiempo,

creí respirar paz y sosiego.

Volví a casa y,

antes de meterme en la cama,

escribí esto :

“Hoy me apetece recordar.

Hoy me apetece sentirte a mi lado.

Hoy me apetece estar contigo,

sentir tu calor,

juguetear en tu cuello.

Hoy vuelve a llover fuera

y tú no estás, pero,

nada impide que tu recuerdo me acompañe

y me ayude hoy a descansar.

Es verdad que, ya no te tengo.

Es verdad que, ya no te puedo tocar.

Pero, ahora,

acudo a tu recuerdo

y me echo a descansar.

Hoy me apetece recordar,

y, en pequeños momentos de dormidera,

fantasear, soñar con que hubo otro final.

Soñar con que te quisiste quedar.

Los sueños, sueños son y, muy de mañanita, se marcharán.

Pero, mientras duermes, ahí están,

y te acompañan en tu descansar.

Hoy me apetece recordar.

Hoy quiero descansar.

Hoy necesito…paz.”

Y acto seguido me dormí.

Ojalá todos los días tuviese esa sensación de

sosiego y pudiera dormir…sin más.

Pero, dejemos esos espejismos a un lado y

volvamos a la realidad.

Necesito respuestas. Necesito descansar.

Necesito tiempo. Necesito paz.

Necesito soledad.

Necesito dinero.

Vaya, qué chunga veo a mi necesidad ¡!!!!

En fín, otro día más.

Kariontidas Samoronthe.